Muchos os preguntaréis cómo diferenciar una Stout de una Porter.
Habrá otros que piensen que hoy en día ya no hay diferencia debido a las veces
que se ha cruzado la delgada línea negra que las separa.
Sin embargo, hay un truco para distinguirlas. Hay que decir
que no siempre funcionará, sobretodo en cervezas americano-escandinavas, puesto
que elaboran Porters muy espesas. El sistema es muy fácil, acercar la birra a
una bombilla y si adquiere toques rojizos es una Porter, sino una Stout.
Este truco funciona gracias a la densidad. En cervezas más
ligeras, generalmente Porters, el negro no es capaz de aguantar la luz y esta
penetra en la birra enrojeciéndola. Pero, con cervezas más densas, el liquido
rebota la luz como un espejo, manteniendo su opacidad y color.
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