viernes, 25 de abril de 2014

Gose


Este estilo, tradicional de Goslar y después Leipzig (Alemania), se podría resumir en una cerveza ácida y salada. Y es que entre sus ingredientes están presentes el trigo malteado (60%), la sal y el coriandro. Hoy en día es un estilo en vía de extinción (preocupémonos de la cerveza y no de los pandas) donde la mayor producción se encuentra en EEUU de la mano de Westbrook y de Dogfish Head.

Antes de nada hay que aclarar que a pesar de su marcada acidez y de la similitud en el nombre, las Gose no tienen nada que ver con el estilo belga Gueuze o Geuze. Etimológicamente este estilo fue llamado así debido a los acuíferos salinos río de donde provenía su agua, Goslar. Ahora en cambio, debido que los mayores productores, añaden al agua la sal. En un principio la fermentación era espontánea, sin embargo, hoy en día utilizan levaduras ale.

La botella tradicional se parece a un fermentador de cobre, una base ovalada que termina en un cuello muy largo y estrecho. Se suelen servir en el típico vaso de trigo a una temperatura bastante baja para hacerlas aun más refrescantes. El color varía desde el pajizo hasta el dorado y tienen una gran cantidad de espuma blanca. En el aroma predominan el punto a levaduras y el coriandro. Ya en la boca, destacan la acidez, la levadura (manzana verde generalmente), los sabores cítricos y el coriandro. El retrogusto es seco, refrescante y salado. Debido a su salinidad, maridan muy bien con todo tipo de pescados.

Las Gose nacieron en la ciudad de Goslar en el siglo XII, en el momento que la ciudad se convertía en un importante centro minero. Sin embargo, a finales de la Edad Media, Goslar perdió su importancia minera y la elaboración de cerveza se traslado a la ciudad de Leipzig. Hasta la llegada del frigorífico este estilo se elaboraba estacionalmente y se consumía muy rápidamente debido a la facilidad con la que perdía cualidades. Durante todo el siglo XX, se dio la decadencia de las Gose. En 1900, solamente en Leipzig, había más de 80 locales con licencia para elaborar este estilo. Sin embargo, la crisis del periodo de entreguerras, la Segunda Guerra Mundial y el aislamiento soviético llevaron a la Gose casi hasta su desaparición. En 1989, se empezó a volver a elaborarla en los alrededores de esta ciudad alemana, gracias a Lothar Goldhahn, uno de sus mayores defensores. En ese mismo año, los cerveceros alemanes tuvieron que hacer una excepción, para admitir el coriandro dentro de la Reigheistgebot Hoy en día, a pesar de que su situación no sea extremadamente buena, es el mejor momento para las Goses desde mediados del siglo XX.

Actualmente, en Alemania podemos encontrar varias cerveceras que elaboran este estilo tan peculiar. En el año 2000 abrió sus puertas en el mismo centro de Leipzig, Gasthaus & Gosebrauereu Bayerischer Bahnof. Y en Goslar, su ciudad natal, la Brahuaus Hartmannsdorf. Además de estas dos, existen muchas micro-cervecerías tanto en el país teutón, como en los EEUU que elaboran Goses de manera estacional y en pequeñas tiradas.

Las mejores Goses según RateBeer son las siguientes:


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