miércoles, 16 de abril de 2014

Cerveza "Lato Sensu" Hidromiel (Parte III)


Se dice de esta bebida que era lo único que consumía el dios Odin. Pues, en mi opinión, un dios que no bebe cerveza no es un dios respetable. Esa es la razón por la que rindo culto a la diosa egipcia Semjet, en principio ella era una leona que se alimentaba de sangre, pero por confusión probó una cerveza roja y se aficionó a ella dejando a un lado sus costumbres más góticas. Bueno, a ella y a la birra en sí.

La hidromiel es la segunda bebida fermentada de la historia, creo que no hace falta decir cual es la primera. Se hace únicamente a base de miel, agua, levadura (bien puede ser controlada como salvaje), y opcionalmente especias y suele alcanzar entre 10º ABV y 15º ABV.

El primer registro escrito sobre esta bebida data entre el 1700 a.C. Y el 1100 a.C de los versos de Rig Vedá, sin embargo, se han encontrado restos arqueológicos en cuernos en la actual Alemania hacia el 2100 a.C.. Durante la Antigüedad, la Edad de Oro de esta bebida, fue bebida por la mayoría de los pueblos de Europa Occidental, normandos, sajones, bretones, vikingos, griegos, romanos y celtas. El nombre otorgado por los griegos a esta bebida fue el de “melikraton” y los romanos lo denominaban como “aqua mulsum”, sin embargo, este último no era más que vino endulzado con miel. Se cree que era la bebida favorita de Julio Cesar y que él mismo elaboraba.

En la cultura nórdica fue muy popular esta bebida. Hay cantares al hidromiel y creían que cuando muriesen y fuesen a la Valhalla, el paraíso según su religión, emanaría de una cabra eternamente la mejor hidromiel de todo el mundo.

Los teutones, a la hora de tener hijos, bebían hidromiel porque creían que el azúcar subía el Ph de su cuerpo y que les otorgaba más posibilidades de tener hijos varones. Por ese motivo era costumbre, después de la boda, ingerir altas cantidades de esta bebida. De esta tradición proviene el término “luna de miel”.

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