viernes, 11 de abril de 2014

Abadía


Si algo hay que agradecer a los monjes es su cerveza, Orval, Rochefort, Westvleteren, San Bernardus... Y estos creyentes destacan sobre todo en tres estilos, cada uno más denso y alcohólico: Dubbel, Trippel y Quadrupel.

Dubbel: Este estilo fue creado por los monjes en la Edad Media. Sin embargo, hasta el siglo XIX este estilo no fue muy popular, a partir de las guerras napoleónicas se empezó a popularizar. De color oscuro con toques rojizos con una espuma blanca, abundante y densa con bastante cuerpo y gasificación. El aroma es maltoso con toques a chocolate o caramelo. Suele estar muy presente tanto las frutas negras, generalmente las ciruelas como el alcohol. El sabor es muy parecido al olor, dulce y sin presencia del lúpulo. Vuelve a estar presente las frutas negras, el alcohol y en algunos pasos es un poco picante, dando paso a un regusto seco. Suelen tener entre 6% ABV y 7% ABV y tienen una segunda fermentación en botella.

Trippel: Este estilo fue elaborado por primera vez en el monasterio de Westmalle, a partir de ahí la mayoría de las cerveceras con influencias belgas, lo elaboran. Tiene un color rubio y claro con una gran cantidad de espuma blanca y abundante con bastante cuerpo y mucha gasificación. A pesar de que también es una cerveza maltosa, en este estilo está algo más presente el lúpulo. Tiene un aroma afrutado, picante y con toques a alcohol y lúpulo. Al probarla son picantes, tanto por el alcohol como por la cantidad de gas, afrutadas, cítricas y alcohólicas, con un gran predominio de la malta. Son un poco amargas (20-40 IBU) y bastante alcohólicas (7,5% ABV y 10,5% ABV). Al igual que las Dubbel tienen segunda fermentación en botella.

Quadruppel: Este estilo belga, también llamado Belgian Dark Strong Ale, suele tener un color marrón oscuro, con una gran cantidad de cremosa espuma beige y un gran cuerpo. Tiene un aroma maltoso, depende de la cerveza pueden estar muy presentes tanto el azúcar como el alcohol. Sin embargo, en las más valoradas, destaca un equilibrio entre los toques de caramelo y tostados y las frutas. El lúpulo (20-35 IBU) no está presente ni en el olor ni en el sabor. En boca es dulce, pero no empalagosa, afrutada y con toques a pan. Pueden tener un regusto seco. Tienen entre 8% ABV y 11% ABV, aunque en algunas no se note en absoluto.

A pesar de que halla infinitas abadías cerveceras, la mayoría en Bélgica aunque también se pueden encontrar algunas en territorios tan modernos como EEUU, el caso de Lost Abbey, solo diez (Achel, Chimay, La Trappe, Orval, Trappist Rochefort, Westmalle, Westvleteren, Engelszell, Spencer y Zundert, estas tres últimas añadidas últimamente) tienen el sello de cerveceras Trapistas. Para conseguir este hexágono tan deseado son necesarias tres condiciones: Se tienen que elaborar dentro de los muros de un monasterio trapense, el proceso tiene que estar completamente dirigido por los monjes y la mayor parte del beneficio tiene que ir destinado a obras sociales.

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