De color
marrón oscuro, a menudo con toques rojizos, tiene una gran
cantidad de espuma que desaparece rápido. El olor es maltoso,
donde el caramelo está muy presente. Suele tener aromas secundarios
que le otorgan una gran complejidad. En las versiones más fuertes el
alcohol está muy presente. El lúpulo pasa completamente
desapercibido.
En este
estilo, en boca vuelve a destacar mucho la malta y el caramelo.
En menor medida, suelen aparecer cebada tostada, toques ahumados,
nueces y frutas pasas, como la ciruela. El alcohol, a
diferencia del lúpulo, está bastante presente. El final es seco
gracias a la cebada tostada. Suelen tener entre 17 y 35 IBU, que
apenas se notan debido a la gran cantidad de malta, y entre 6,5%
ABV y 10% ABV de alcohol, como siempre las versiones
americanas y danesas suelen tener algo más de alcohol. Debido a su
maltosidad y a su alcohol, actualmente muchas Scotch se elaboran como
cervezas de Navidad.
Hoy en día
hay cuatro tipos de Scotch Ale. La única diferencia es su
densidad, y por consiguiente, el alcohol. Sin embargo, su
aroma y sabor es el mismo:
Light
o 60
Heavy
o 70
Export o 80
Strong o 90
Los
números hacen alusión a los chelines que costaba
antiguamente el barril.
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